Actualmente
el mundo moderno se encuentra inmerso en un fenómeno social denominado
“pansexualismo”, este término está relacionado a ciertos aspectos intrínsecos
de la sexualidad, los cuales influyen de manera significativa en lo que las
personas entienden equívocamente por amor. Vamos a tratar de establecer
un paradigma que permita discernir de mejor manera las diferencias entre ambos
conceptos.
El pansexualismo tiene 3 características fundamentales:
1. Minimizar la sexualidad a genitalidad. La sexualidad implica una sinergia entre la fisiología y psicología del individuo que definen su comportamiento sexual en busca del placer y la felicidad; es decir, la armonía para lograr la plenitud emocional, mental y física; mientras que la genitalidad, se relaciona directamente sólo con el estímulo físico para lograr la complacencia de una necesidad por medio del placer; en consecuencia, la sexualidad es integral y la genitalidad es local.
2. Convertir la sexualidad en un producto de consumo. Una vez reducida la sexualidad, se convierte en un objeto que permite su comercialización, ya no se trata de la búsqueda integral de la felicidad, sino de satisfacer el interés de personas que obtienen beneficios económicos mediante la necesidad física de otros; como resultado de esto, el individuo y sus emociones no existen, no importan, sólo el hecho de convertir los valores que nos diferencian del reino animal, en un acto mecánico, vacío y apartado de los verdaderos objetivos que dan sentido a la vida.
3. Normalizar la transmutación de estos valores para disminuir la condición humana y cambiar cosas; como un acto social decoroso con relevancia artística, en un acto procaz y público, el cual debiese estar reservado a la intimidad de la pareja, donde sólo bajo el esquema de la discreción y la privacidad puede ser entendido dentro de los límites de la normalidad. En otros términos…
Una vez establecida la diferencia entre sexualidad y genitalidad e introduciendo las características del pansexualismo, podemos ahora hablar del amor. ¿Qué es el amor?; el amor como ha sido mal interpretado en el mundo moderno, no está relacionado con el sexo, es un sentimiento independiente a la condición y el acto sexual y se debe a la entrega personal desde el punto de vista del sacrificio, no del acto físico; quiere decir, que su relación con el individuo depende de la búsqueda de la felicidad de otros y no la propia; muy diferente del la genitalidad, que busca la satisfacción personal.
En la Biblia existe una lista de características que posee el amor, descrita en la carta de Corintios I cap. 13, hecha por Pablo; vamos a limitarnos a citar sólo las características; en lugar del texto, por su contenido religioso para evitar escrúpulos y aversión secular. En esa lista dice que el amor es paciente, comprensivo, sin celos, sin apariencias y no es engreído; no es bajo o ruin “ni busca su propio interés”, no es iracundo y olvida lo malo, no es injusto, le agrada la verdad; perdura a pesar de todo, todo lo cree, todo lo espera, lo soporta y nunca pasará. Como puede notar, no existe en esta lista un vínculo que lo conecte con el sexo, porque el amor es una condición del ser humano que busca el bienestar de otros; una especie de simbiosis mutualística. En el amplio espectro de las relaciones amorosas, tenemos el amor a los hijos, a la familia, al hogar, a los amigos, al trabajo, a los animales, al planeta, etc y ninguno de estos aspectos se relaciona con el acto sexual; de ser así, tendríamos que citar cosas como el incesto, la zoofilia, necrofilia o cualquier otra desviación. Es bien conocido que la entrega de Jesús es un acto de amor con la humanidad y una vez más, el sexo brilla por su ausencia.
Actualmente, existe también antagonismo con algunos términos relacionados al amor; tales como, la pasión, el deseo, la lujuria, pero una y otra vez, son tan sólo la distorsión semántica de este sentimiento a través de medios como el cine o la televisión. El amor es; como define el mismo diccionario, el conjunto de sentimientos que ligan a una persona con otra, a las cosas o las ideas.
A pesar que una relación de amor puede desencadenar consecuentemente en el acto sexual, cuando éste (el amor), está presente en una relación de pareja, hace del sexo un derivado del amor, pero no lo contrario y mucho menos la sustitución del amor mismo. Si usted reflexiona a profundidad y es sincero consigo mismo, podrá ver que existen muestras de amor incondicional que van más allá de cualquier acto banal y físico; como aquel que muestran algunos seres humanos excepcionales, cuando de manera filantrópica realizan donación de los órganos de un familiar para dar vida a otros, eso, señores, es amor.
Para cerrar, podrán algunos decir y sostener que el amor si tiene que ver con sexo; con toda su prepotencia, cuando a pesar que la única relación de amor que tiene sexo es la de pareja y ninguna otra manifestación la tiene. Pueden discutir, inferir e incluso concluir las cosas más absurdas para justificar la perversión y el desastre de la pérdida de valores humanos en nuestra sociedad, pero incluso, en la mente más aberrada del planeta, estará primero el amor propio ante el peligro de perder la vida, en lugar de las ganas de tener sexo. El amor no es sexo; el "amor", es "sacrificio" por el prójimo.
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