Siempre se ha usado la palabra “pendejo” como un adjetivo, pero es cada vez más evidente que su praxis diaria la convierte en un verbo.
Es importante aclarar que el uso de la palabra “PENDEJO” no es un baldón, ni un oprobio y además, viene avalada por el “Presidente de la Asociación Venezolana de Pendejos” el Dr. Arturo Uslar Pietri. No quiero decir con esto que el Dr. Uslar es pendejo; no sea usted tan pendejo, pero se hace presidente honorario de esta asociación, cuando un 16 de mayo de 1989 acuñó el término para radio, prensa y televisión, pidiendo que no le fueran a poner el pitico de costumbre con el que suelen cubrir las groserías en medios de comunicación.
Uslar Pietri dijo lo siguiente: “Si usted decide meterse a peculador o ladrón, el riesgo de ir a prisión es mínimo. Aquí nadie sufre con meterse a pícaro, porque no hay castigo para eso”. ...el venezolano en su mayoría es honesto, “aunque serlo no le signifique alguna recompensa, y no faltará desde luego alguien que le diga: Caramba, ese hombre sí es honesto. Pero lo más seguro es que le declaren más bien pendejo”.
Hoy en día ser pendejo no sólo tiene que ver con la honestidad, sino que se extiende a través de una gran cantidad de campos de conducta del ser humano, por ejemplo:
• Los que se creen superiores porque se graduaron de algo.
• Los que piensan que un título sustituye educación o inteligencia.
• Todo aquel que jura que ser Lic. o Ing., te da más conocimiento que un técnico.
• Los que creen que ser “jefe” es ser dueño de la vida de los demás y deben ser adulados cada día.
• Los que critican la Biblia y nunca la han leído.
• Los que siguen líderes con discursos populistas, pero tiene sus familias viviendo en la opulencia.
• Los que señalan a la Iglesia sin leer sus encíclicas, ni exégesis de los nuevos tiempos.
• Los que no han visto que incluso la religión ha cambiado en estos últimos 2000 años.
• De todos aquellos que sufren de un trastorno denominado “Narcisismo Patológico” que cada día es más común y lo padecen 4 de cada 10 en una oficina.
• Los que necesitan pagarle a un conferencista en un hotel 5 estrellas, para que les den charlas de valores, que son gratuitas y exactamente iguales a las escuchadas en cualquier homilía. etc, etc, etc.
Volviendo a nuestras pendejadas, el ser pendejo tampoco es una cualidad para ufanarse y sentirse orgullo; que Uslar, sea nuestro presidente, no lo hace a él pendejo, ni a usted sabio. Pero entonces ¿cuáles son las consecuencias, ventajas o desventajas de ser pendejo?, ¿Por qué soy pendejo…lo soy?.
Al igual que un alcohólico o un adicto, el primer paso para dejar de serlo es “reconocer que se tiene un problema” luego debe buscar ayuda y posteriormente, someterse a un tratamiento; afortunadamente, lo bonito de estos tres pasos es que cuando se dé cuenta que es usted un soberano pendejo, empezará de motu proprio a buscar las formas y alternativas para dejar de serlo. Como decía un librito de auto ayuda por ahí: “Nadie lo visitará, ni lo llamará” es decir, no necesita ir a un médico, ni a un consejero; sólo requiere que se vaya dando cuenta; mediante su propia reflexión, que se ha dejado llevar por las pendejadas que ofrece la sociedad; por cosas como:
• ─¡No le metas la cuchara de metal al guiso que se daña! ─ ¿Y de que se supone está hecha la olla… de palo?
• Convencer a otros en la oficina, para darle ley del hielo a alguien que no nos ha hecho ningún daño.
• Aplicar normas irrestrictas sin discernir o inferir cada decisión con tu propia consciencia.
• Tomar decisiones o ser eco de comentarios sin la debida sindéresis.
• Decir “Obama go home” pero Obama jamás ha estado en Venezuela.
• Manipular o ser manipulado.
Experimento con monos Rhesus
Existe en las redes sociales un experimento de comportamiento realizado con monos y plátanos, el cual consiste en colocar plátanos al final de una escalera de tijeras en una habitación con monos. Cada vez que un mono sube la escalera e intenta tomar un plátano, los demás monos son rociados con agua fría; esto se repitió tantas veces como fue necesario.
Condicionalmente, una vez que cualquiera de los monos intentaba tomar un plátano, sus compañeros le propiciaban una paliza; poco después, remplazaron a cada mono de la habitación uno a uno; cuando el nuevo integrante intentaba alcanzar los plátanos, recibía su dosis de patria; quise decir "paliza". Habiendo remplazado todos los monos de la habitación, estos repetían el comportamiento adoptado; aunque ninguno de estos había sido bañado en agua helada. La regla era clara entre ellos; estaba prohibido tratar de agarrar los plátanos.
Al final del experimento; conocido como “adquisición cultural de una determinada respuesta", concluyeron y especularon sobre lo que podrían estar pensando los primates si pudieran hablar, los cuales dirían algo así: ─ ¿…y por qué golpean a los que intentan tomar las bananas…? ─ No sé, pero aquí las cosas siempre han sido así…
Estos nos enseña, que la sociedad y sus tendencias de comportamiento nos puede impulsar a tomar actitudes y decisiones basadas en costumbres que con el tiempo, han perdido todo fundamento y sentido. Mientras usted insista en seguir un esquema de funcionamiento para actuar sin pensar y dejarse llevar por lo que la mayoría considera correcto; usted mi querido lector, es y seguirá siendo un “PEN- DE-JO”.
Si desea salir del círculo, basta con educarse para actuar y pensar per sé, basado en su raciocinio, su instinto y su corazón. No se deje influenciar por otros pendejos, viva y experimente la libertad de tomar sus propias decisiones.
Excelente!
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