Una imagen publicada en facebook, me
motivó a realizar una exégesis sobre un controversial tema que se halla en la
palestra de acusaciones contra la Iglesia, como lamento y pido disculpas, por
todos mis hermanos cristianos que ofrecen una equivocada imagen de la iglesia,
la religión y de los cánones eclesiásticos. Espero lean hasta el final.
Cuando un alcohólico reconoce su problema de alcoholismo, sólo
está dando el primer paso; el segundo paso es buscar ayuda; el tercero es ir a
rehabilitación; esto no implica curación, ni sanación inmediata, hace falta
fuerza de voluntad y tiempo para lograrlo; de igual manera nos pasa en la vida
cristiana. Cuando una persona (dentro del deber ser, aunque no sea la realidad
muchas veces) decide ir a la iglesia, lo hace porque reconoce alguna
limitación; bien sea, una necesidad o una carencia espiritual; tales como: ser
egoísta, tacaño, soberbio, engreído, rencoroso, chismoso, etc.; lo que busco
aclarar es que, este acercamiento es de manera libre y espontánea.
Adicionalmente. despréndanse de esa frase “Yo no voy a la Iglesia porque no
tengo pecado”, las personas redujeron los mandamientos sólo a dos; robar y
matar, después de eso ya no existen otras formar de agravio según ellos.
Una vez que te reconoces débil en algún aspecto, te das los
famosos golpes de pecho que muchos odian y critican (esto es sólo un acto de
humildad al reconocerte débil); mas esto se traduce como el primer paso
(reconocerse); luego vendría el segundo paso (buscar ayuda) y el tercero
(rehabilitarse). En toda rehabilitación existe un margen de error (volver a
caer); debido a ello, es que se necesita “fuerza de voluntad y tiempo”. En consecuencia,
es lógico encontrar una Iglesia llena de personas con miles y miles de
defectos. Sería estulto pensar que; por ir a Misa, te vas a sanar de un día
para otro de tus defectos; como también es inútil ir sin propósito de enmienda,
creer lo contrario sería fútil.
Ahora, partiendo del hecho de que la feligresía católica está
llena de personas que no conocen su propia fe; pero esto no implica que no hay
quienes sí, es bueno entender que existen varias formas de tener vicios,
desordenes y trastornos sexuales (ver https://metalgalamoth.wordpress.com/.../100-parafilias.../);
es decir, una y otra forma de ofenderse a sí mismos, a otros y a Dios; pero
esta última forma de ofensa, sólo aplica a quienes nos importa Dios; a veces
hallarse ateo es sólo la manera más fácil de negarse la realidad, pero no hace
írrita la falta en sí mismo, ni a los demás. Probablemente dirán: ─Tanta
alharaca y aún no responde la pregunta de la publicación─. Bueno son
necesarias ciertas explicaciones, tenga paciencia y siga leyendo.
Según el catolicismo, existen tres tipos de “Consagraciones”. La
primera es el celibato libre (guardar castidad y continencia; sin votos y de
motu proprio), casi nadie lo hace… por silogismo, no importa si eres
heterosexual, homosexual, metrosexual, bisexual, x-sexual o simplemente ocioso;
lo que te hace estar fuera de una consagración es tener sexo, "Nunca"
tu condición sexual; sino, tu actividad sexual. ¿Quién quiere ser célibe…? ─Nadie─
y es por eso que todo el mundo lleva una vida sumergida; en lo que el catecismo
define como “Ofensas a la Castidad”, así que no se preocupe tanto si es gay o
no, es su relación sexual (entiéndase actividad) lo que ofrece una
"limitación" (no una proscripción) en su relación con Dios
(nuevamente, no aplican los ateos, ellos se la están comiendo con eso).
La segunda consagración es “el matrimonio” (única forma permisible
de tener sexo bajo el canon eclesiástico; otra vez, no aplican los ateos, ellos
pueden dormir tranquilos), permítanme explicarles algo a todos los casados.
Cuando usted se desposó y se consagró maritalmente, juró a Dios, amor y
fidelidad a ese(a) peor es nada, hasta que la muerte los separe. Si somos
machos...cumpla pues, demuestre que tiene palabra.
Tradicional y socialmente (si porque ya es costumbre) ¿Cuántos son
fieles en su matrimonio…? Imagino que aquí muchos casados harán silencio y lo
que no están casados dirán: ─Eso no es conmigo, yo no me casé... me
arrejunté...─ pues ¿Qué creen…? ¡¡¡SORPRESA!!! en esa condición, están
todavía en agravio a la primera forma de “ofensa a la castidad” (ver catecismo)
y, para los que tienen su relación extra-marital, deben saber que eso se llama
"adulterio".
La tercera consagración es opcional (Sacerdocio), es parecida a la
primera, con la pequeña diferencia de que esta vez, si se hacen votos dentro de
la vida religiosa. Esta es la parte donde los que atacan a la iglesia, se
alegran de que existan curas que no cumplan su consagración. Lamento que los
que si cumplen su consagración no sean noticia en facebook, ni en otras redes
sociales, aunque deberían leer las cosas sobrenaturales que le pasaron a Don
Bosco, al Padre Pío y a San Agustín; pero una vez más, usted sabe demasiado del
tema y no va perder su tiempo leyendo estupideces sobre personas que tuvieron
una vida ejemplar. Estoy seguro que las Kardashians y París Hilton sin son buenos
ejemplos a seguir para sus hijas y sobre aquel tema de lo “sobrenatural”,
probablemente ya deba estar bien ilustrado gracias al “Arquitecto de sueños”
"Hermes el iluminado" o al “Mensajero de luz”.
Sería bueno agregar (perdón por la pseudo homilía, pero es
necesaria para responder la disyuntiva de la imagen publicada). En el libro de
la Sabiduría y primera Carta a los Corintios, respectivamente dice:
Sabiduría, Cap. 3
13
“Feliz la mujer sin hijos si ha permanecido pura, si no ha tenido alguna unión
culpable; cuando sean juzgadas las almas, se verán sus frutos.
14
“Feliz también el eunuco” si no tomó parte en el mal ni tuvo pensamientos de
rebelión contra el Señor: su fidelidad será bien recompensada, tendrá un lugar
de privilegio en el templo del Señor.
I Corintios, Cap. 7
1
"Es algo excelente que un hombre no toque mujer alguna"
Como podrá notar, las lecturas hablan de la "Felicidad"
de la mujer que no tuvo relaciones, también la del eunuco y la del hombre; es
decir, que “No importa su condición sexual" para agradar a Dios, lo que
importa, es guardar su consagración de "célibe"; la cual nadie quiere
cumplir. Así que queda respondida la pregunta de la imagen en la publicación...
"Un verdadero seguidor de Cristo y de su Iglesia, no discrimina la vida
por la condición sexual".
En amplitud de este tema y, en reiteradas ocasiones de nuestra
moderna y súper avanzada sociedad, tendremos que enfrentarnos al cliché social
que esgrimen los incrédulos y desvergonzados cuando te responden con frases
como: “Cristo dijo que No debes Juzgar” y siendo honestos; extraen fragmentos
bíblicos para tergiversar las escrituras (al mejor estilo protestante)
utilizando este tipo de frases, con el único propósito de justificar sus
conductas desordenadas. A este grupo de personas trapisondistas y ladinas les
digo que, cuando alguien intente segregar la condición humana torciendo las
escrituras; a eso se le llama: “buscar un pretexto, para leer un texto,
fuera de su contexto...”.
Aunque la enseñanza de no juzgar es cierta, la verdadera intención
de esa respuesta es evadir su propia consciencia. No se puede andar por la
vida, cometiendo toda clase de trasgresiones; pretendiendo en todos los casos,
solapar la responsabilidad bajo la excusa de "nadie me puede
juzgar", eso es soslayar asuntos de forma estoica. ¿Qué viene
después...? ¿No juzgar al asesino, darle rienda suelta a violador o aprobar la
pedofilia...? porque poco a poco, han naturalizado la contra-natura.
No se engañen a sí mismos; la verdadera enseñanza que se debe
profesar debe ser la de la castidad; realidad que nadie quiere afrontar y esta
no tiene nada que ver con la inclinación sexual; ¿por qué?; porque el soltero
debería ser casto; pero no, prefiere la promiscuidad; el casado debe someterse
a una castidad marital; pero tampoco, prefiere la bigamia y como muchos, tienen
dos frentes y; la religiosidad, requiere una integridad que; de igual modo, no
es infalible a las debilidades humanas.
Como quién no quiere la cosa; me pregunto yo, ¿Quién quiere vivir
en castidad...? Nadie quiere eso; todo el mundo lo elude o se hace el pen.., el
paisa; así que permítase confrontarse con la realidad. Existe también otro tipo
de personas; toda moneda tiene dos caras, ya mencionamos a los incrédulos, los
que andan por la vida pensando “eso no es conmigo...”. Ahora les toca el
turno a los “Ilusos”. Quizá nadie tiene el derecho de juzgar la sexualidad en
todas su variantes, pero si usted es de los que señala la conducta sexual de
los que están fueran de lo que supone como "natural"; teniendo
simultáneamente cualquier actividad sexual fuera del marco de la santidad del
matrimonio, usted mi querido amigo hetero, normal y con presunción de santo; si
no está enterado, entérese, así sólo tenga relaciones con su novia, usted está
violando flagrantemente los estatutos catequísticos definidos como “Ofensas a
la Castidad”; lo que se podría traducir coloquialmente como “No apto para el
estatus de salvación" y, está destinado ir al mismo lugar de condena,
donde usted desea poner a todo el que no le parece "normal". Resumido
en otras palabras: “No se vista, que no va”.
Reitero; no se caigan a coba, si mantienen relaciones íntimas con
su novia(o); tienen dos frentes; juran y no cumplen; mienten, roban, asesinan;
corrompen de cualquier manera las enseñanzas de Jesús o, tienen cualquier
patica coja por ahí… no se dibuje entrando por la puerta grande al Paraíso; no
se crea tan iluso y de paso, eso se denomina: “ser mojigato”. La salvación es
algo muy serio que exige honestidad e integridad; algo de lo que carecemos
todos en alguna forma y; ahí mi querido lector, cualquier clase de trampa,
excusa o mediocridad, no califica para esa “Visa de Migración Espiritual”; así
que piénselo dos veces antes de juzgar; pero aquel que esgrime la frase “No
debes juzgar” sólo para evitar confrontar sus demonios, piénselo tres veces.
Si alguien dentro del cristianismo mantiene alguna de estas
conductas soportadas por la falacia, es sólo otro creyente social que va a Misa
por el qué dirán, pero no tiene ni remota idea que Cristo vino a abrir las
puertas del Reino "a todos"; ¡OJO...! pero no sin sacrificio, ustedes
deben hacer el suyo llevando una vida recta, sin prejuicios y sin libertinaje.
Si no está dispuesto a vivir fuera del marco de los “desordenes
sexuales” siendo soltero o casado; no se haga llamar cristiano y de paso, no se
preocupe tanto por otros géneros sexuales; ya usted (incluyendo cada uno de
nosotros), tiene bastantes cosas por las cuales debe responder ante Dios; de
tal manera que, usted que se hace llamar cristiano; pero sin Cristo, no nos
raye, nos está haciendo quedar mal. La verdadera imagen de un cristiano, no es
aquella tergiversada por santurrones domingueros o por filósofos de redes
sociales, sino la que realmente Cristo nos dejó.
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